"El secreto para disfrutar de un fin de semana perfecto (y de la vida en general) reside en ser FELIZ. Sólo con una actitud POSITIVA ante la vida es posible apreciar la BELLEZA de lo que nos rodea y hacerla nuestra. Para ello son esenciales la familia y los amigos". Tommy Hilfiger (diseñador de moda) en Fuera de Serie del 19/3/2010 página 30
Hedonismo es la doctrina que considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce que los seres humanos deberíamos dedicarnos exclusivamente a vivir en su eterna búsqueda. (fuente Wikipedia)

domingo, 19 de febrero de 2012

Ohla Gastronómic Bar





Me pirran los juegos de palabras y me quito el sombrero cuando leo el rótulo de cualquier local comercial con nombres ingeniosos que denotan tener una gran personalidad que los distancia y diferencia de la gran masa anodina y tediosa. Sorprendente la peluquería que lleva el nombre "Milagros a Lourdes" o la tienda de velas y candelabros "A media luz" por citar sólo unos cuantos ejemplos que me vienen rápidamente a mi memoria visual.
"Ohla" si cambiamos el orden de sus letras es un Hola: ¡sé bienvenido, estás en tu casa! También podría  ser "¡oh! lá lá" una exclamación de sorpresa muy francesa. Y también por qué no, hacer la "ola" cuando un grupo de gentes de forma totalmente improvisada y en algún acto deportivo o musical se ponen a mover los brazos con efecto dominó por todo el recinto creando un movimiento similar al de una ola en el mar.
El chef Xavier Franco hace algún tiempo trasladó su pequeño y coqueto restaurante Saüc del Pje. Lluis Pellicer,12 hasta la Vía Laietana, 49 de Barcelona (teléfono 93-3415050) dentro del hotel Ohla (el de las esculturas de ojos en su fachada), y de paso aprovechó para diversificar su oferta culinaria, además de su restaurante de alta cocina galardonado con una estrella Michelina, ha creado en los bajos de este hotel un espacio de tapas y platillos, el ohla gastronómic bar http://www.ohlahotel.com/#/es/gastronomia/ohla-gastronomic-bar/ dirigido también  bajo su atenta batuta, en un formato informal y cosmopolita (el continuo fluir de clientes francófonos ¿vendrán atraídos como consecuencia del juego de palabras en el idioma de Molière?) La verdad es que el restaurante se convierte en una pequeña torre de Babel y esa mezcla de gentes, para mi gusto, le da un valor añadido a este comedor ya que tienes la posibilidad de relacionarte con foráneos interesantes. Por un momento te sientes extranjero en tu propia ciudad ¡todo un lujo a solas unas cuantas paradas de metro de nuestra residencia habitual, y sin tener que hacer maletas! La situación privilegiada con amplios ventanales que dan a la Vía Laietana y la popular Calle Comtal nos permite observar en el exterior el continuo ir y venir de barceloneses mientras en el interior es un trajín de platos y vasos para servir las comandas de los comensales. Una barra de madera donde comer y disfrutar de la cocina abierta a los comensales o sus mesas también de madera que rompe con el minimalismo del local. Curiosa también la colocación de puertas antiguas, seguramente aprovechadas de cuando se remodeló este antiguo edificio restaurado, estratégicamente colocadas en las pocas paredes que tienen. Tenéis que estar muy atentos porque están puestas por encima de nuestro campo visual horizontal habitual, vamos que hay que mirar para arriba. Un bonito lugar para quedar y compartir mesa, conversación y café con amigos que salen de algunos de los espectáculos musicales del cercano Palau de la Música.
De primero y a compartir: "nuestras patatas bravas", "arroz cremoso de ceps y puerro con Idiazábal", y una extraordinaria "tortilla de patata confitada y cebolla de Figueres". Como plato principal "Steak tartar con helado de mostaza dulce" y una contundente pieza de 300 gramos de "chuleta de buey Frisón Dry Aged" en su punto. De postre: "Naranja cuajada, sopa de hibiscus y helado de yogur" y "cremoso de chocolate al azafrán y nata". Para estar a la altura un delicioso pan de coca con tomate del horno La Trinitat (queda para otro post hablar de este horno de pan)  Vino a copas "BarbAzul", que nombre tan filibustero para un vino que se puede prodigar de poder poner en su curriculum "soy el hermano menor de Taberner", el vino de las Bodegas Huerta Albalá de la Tierra de Cádiz, que tan bien puntúa el crítico norteamericano Robert Parker y que últimamente, y para mi alegría, no paro de encontrar en las cartas de los restaurantes de Barcelona. Un vino sorprendente fruto de la fusión de las variedades Tintilla de Rota, Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon. Precio medio 40 euros. Un muy interesante menú especial al mediodía por 15 euros.
Después de la cena un cóctel de campanillas en el espacio contiguo "Ohla Boutique Bar". Dejaremos para tiempos más cálidos el plus de este hotel: su terraza en la planta más alta donde hacer más soportable los sofocos del estío con uno de sus refrescantes combinados.

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