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Ya he vuelto de Lisboa con una maleta llena de recuerdos y experiencias. Ahora toca ordenarlos.Me hacía verdadera ilusión volver a cruzar en coche mi país de punta a punta para observar lo diversos que somos aunque en el fondo seamos todos iguales. Fueron horas de hablar y de comentar lo que veíamos en cada momento, de escuchar el CD grabado y de sentir el silencio. Si una canción se repitió infinidad de veces y podemos otorgarle el título de la banda sonora del viaje a Lisboa 2011 fue "Hold my hand" esa obra póstuma homenaje a Michael Jakson realizada por Akon. http://www.youtube.com/watch?gl=ES&v=-oCCnxBos10
Como el camino hasta Lisboa era largo (1.250 kms desde Barcelona) había que hacer una parada y fonda a los 1.000 kms. para afrontar al día siguiente el resto de kilómetros que faltaban. Esa parada fue premeditada ya que hacía muchos años había leído artículos sobre este hotelito en medio de Extremadura. Un hotel reconstruido sobre las piedras en ruina de un antiguo monasterio franciscano y que habían conseguido devolverle el esplendor que tuvo en tiempos pasados cuando fue cátedra de estudios de filosofía y enfermería de la zona. Situado en un montículo privilegiado entre encinas y una exuberante vegetación verde, permite ver la dehesa extremeña como se extiende a sus pies. Las habitaciones ocupan las antiguas celdas de los monjes. El claustro recoleto y la antigua capilla albergan un restaurante de campanillas. El menú está dividido en dos cartas: la de la tierra con platos clásicos pero con mucho sabor y la de autor rebosante de imaginación ensalzando los productos extremeños. La carta de vinos es muy representativa del elenco nacional pero como no podía ser menos tiene una buena selección de vinos extremeños. Después del sueño reparador de la noche un buen desayuno con productos salados y dulces de la tierra, "du terroir" que dirían los franceses, para continuar el viaje hacia Lisboa.
Un lugar perfecto para perderse y para encontrarse a sí mismo. Para cerrar los ojos y sentir que la naturaleza, la historia y las piedras nos hablan directamente al corazón. Un hotelito rural de 4 estrellas ... pero aún más en el cielo que lo alumbra cada noche. Gracias Carlos y Lucía por haber visto un proyecto donde otros sólo veían piedras abandonadas, por haber dado trabajo a unos paisanos míos donde otros sólo se hubieran lamentado todo el tiempo como Jeremías, por haber creído en el respeto a la naturaleza mientras otro sólo piensan en su destrucción. Gracias a los dos y a todo vuestro equipo. Volveremos.
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| Plato de patatas fritas con huevos estrellados y jamón ibérico de bellota. "Habla del silencio" 2009. Syrah, Cabernet Sauvignon y Tempranillo. |
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