El segundo restaurante-bar de tapas de cocina popular de Carles Abellán (estrella Michelin con Comerç, 24) Probó con mucho éxito Tapas 24 y ahora ha recuperado el mítico Velódrom que estaba cerrado desde el año 2000. Cafetería abierta casi todo el día, con billares, lugar de tertulia, de reunión de los intelectuales de la "gauche divine" allá por los años 70's y 80's.
Si en el Tapas 24 los clientes nos sentábamos en taburetes altos, en el Velódrom es lo mismo pero sentados en mesa. A pesar de que la cocina y el planteamiento es el mismo, prefiero el Tapas24 por la interpretación de los platos: bravas, arroz negro, etc.
La música ambiental es de los años 80,s, solo faltaba en el techo la típica bola de cristalitos dando vueltas continuamente. También la estética del local es de la misma época: servilleteros, sofás de color rojo, sillas de madera imitación a las de Tonet, etc.
Precio medio 25€ (18-1-2010)
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