Velódrom C/ Muntaner, 213 Barcelona 08021 teléfono 93-4306022
Casi se me queda en el tintero explicaros la cena de verano que hicimos Carles y yo (y por tanto no hubiera quedado registrado en los anales de la historia de las tomatadas* ) en este mítico local recuperado del abandono por la cervecera Moritz y Carles Abellán (Comerç 24, Tapas 24, Bravo) http://www.projectes24.com/. Se ha conservado la decoración vintage de este emblemático local de la calle Muntaner ¡por debajo de la Diagonal! (lo siento para los que no traspasáis la Diagonal) de amplios ventanales de madera con vistas a la calle, su mesa de billar, escalera de caoba para subir al piso superior, etc. ha significado una gran recuperación de los locales con sabor. No se pueden perder estos locales con historia solo porque es "viejo", no podemos ser tan miopes de derrumbar un local que pertenece a la memoria histórica de Barcelona, un local que se remonta según algunas fuentes consultadas a 1933.
Hay muchas críticas negativas vertidas en la red, en especial en los foros de http://www.verema.com/restaurantes/45396-velodromo-barcelona, sobre la filosofía y los precios del restaurante pero yo rompo una lanza a favor de ellos, ya que no podemos comparar un lugar de tapas de Madrid o del resto de España con la idea que se tiene de ir de tapas en Barcelona. Mientras en Madrid y resto de España se trata de visitar varios bares y hacer un aperitivo antes de la comida o cena propiamente dicha y siempre de pie, la misma idea en Barcelona consiste en tomar varias raciones pequeñas, sentado y sin moverse de un solo local. Evidentemente los precios nunca serán iguales.
Lo peor: las colas en las horas "oficiales" de comida y cena. Si queremos evitarlas hay que evitar esas horas.
Lo mejor: su horario casi ininterrumpido, solo cierran de 3 a 6 de la madrugada, lo cual quiere decir que podemos ir a desayunar un chocolate con churros después de una noche de fiesta, hacer un almuerzo de cuchillo y tenedor, un buen aperitivo, comer al mediodía, la merienda de la tarde, la cena y la primera copa de la noche. Su precio comedido que está alrededor de los 20-25 euros.
En el tema gastronómico cada vez se asemeja más a su antecesor Tapas, 24: bravas, ensaladilla rusa, bikini trufado, calamares a la romana, fricandó, solomillo de buey, etc. (solo echo en falta los milhojas de crema quemada de Tapas 24) Muy recomendable para beber: "Camins del Priorat" el priorato de gama baja de Alvaro Palacios.
Una curiosidad de la noche que no quiero pasar por alto: no sabemos por qué nos cayó una tormenta más propia de invierno que no de agosto. ¿Vosotros creéis en las meigas? pues Carles y yo sí. Creemos que alguien ausente nos envió a las meigas en versión "la gran tormenta" como venganza por no estar presente en la "tomatada" (eu non creo en meigas, pero haberlas haylas)
* tomatadas: salida nocturna de Edu, Carles y yo, para cenar en algún restaurante emblemático de Barcelona y echar unas risas. Normalmente se alarga hasta altas horas de la madrugada ya que continua la fiesta en algún lugar de copas.
2 comentarios:
Ja ja!! buena reseña amigo tomate!!!, de todas maneras los elementos nos la juraron esa noche,cada vez que saliamos de un local llovia...cuando entrabamos paraba de llover...en fin...te olvidas de unos buenos Johnie Walker etiqueta negra que disfrutamos en San Telmo....felicidades por el bolg!!
tienes razón Carles, faltaba añadir que a pesar de que los "elementos" intentaron aguarnos la noche en todos los sentidos: llovió a cántaros, esa noche solo salieron "tíos" con bigote, etc. cenamos muy bien y los wiskhy estaban riquísimos. Fue cosa de las meigas.
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