Cuando uno creía ya haberlo visto todo, después de la vuelta de tuerca y la dignificación de la hamburguesa en locales como "el Filete Ruso" (ver post de 24/10/2010) y otros... pues aún hay aventureros que se atreven con el doble salto mortal en este mundo y crean: la customización de tu propia hamburguesa que te vas a comer. Se acabó de elegir de la carta alguna de las opciones cerradas como la hamburguesa a la francesa, a la barbacoa, etc. La customización se entiende como la participación activa del propio cliente en la elaboración del producto final que consumirá y por tanto te dan una hoja, como en algunos restaurantes japoneses, y un bolígrafo para que vayas marcando "equis" en las diferentes opciones según tus preferencias.
El proceloso papel os dará pie para reflexionar sobre vuestros verdaderos gustos y comenzarán las dudas existenciales: hecho o poco hecho, de ternera, buey o pollo. Qué tamaño: 85 gramos (para niños y adultos de poco comer), 170 gramos es la medida normal, o 340 gramos para los que vienen con hambre atrasada o muy seguidores de la proteiníca dieta Dukan. El acompañamiento es fácil o patatas fritas o ensalada Una vez pasadas las primeras preguntas y bajando en la lista hay que elegir el pan, el queso que acompañará a nuestra estrella, alguna cosita del huerto (algo de lechuga o tomate de Montserrat, "para compensar podría estar bien" os dirán ellas) y charcutería (seguro que las chicas se lo saltan de golpe pero ahí está la opción de pecar con un bacón, ya no vendrá de un poquito más de colesterol siempre y cuando al día siguiente no tengas análisis de sangre claro está). ¿añadimos un huevo a nuestra torre? Ya hemos conseguido darle cuerpo en uno o varios pisos, ahora nos toca elegir las salsas ¡vaya dilema!¡si nos gustan todas desde la barbacoa a la de bolets!. Por último un apartado de confituras ¿para qué algo dulce en una hamburguesa? pues para contrastar sabores como la de higos con mi elección de añadirle un foie planchado (del apartado de charcutería) ¡ñami!.
Mientras nos lo preparan se puede degustar un ligero picoteo como el tartar cortado a cuchillo muy bien conseguido y las patatas bravas dejà vu en su forma cónica pero con una agradable salsa diferente gracias al refrescante eneldo.
Dentro del elenco de postres la elección es también complicada ¿qué elijo? ¿o un refrescante gintonic sólido servido en copa de cóctel o la reinvención del mítico Drácula de una conocida marca de helados?
Una carta de vinos muy bien escogida rompiendo una lanza por los valores nuevos de nuestro mercado enológico.
Cocina a la vista al final del local. Original mueble expositor de la bodega de vinos creado con las propias cajas de madera de las diferentes marcas, las copas están colocadas en cajas de frutas antiguas, el resto de la decoración es una mezcla de estilos desde neorústica con sus mesas en madera vieja, moderna con cojines y sillas de colores como sus simpáticas lámparas-bombillas, mediterránea como sus persianas de los mismos vistosos tonos que todo lo anterior y vintage como la colección de espejos con marco de pan de oro que seguro que le encantaría a Leticia de http://www.vintageandchicblog.com/ (confieso que soy fán de esta asturiana desde hace mucho tiempo).
Precio medio: 20-30 euros
Recomendable: para los que todavía creen que hay vida más allá de las grandes cadenas de hamburgueserías.
Desaconsejado: para dudosos y para los que vayan acompañados de chicas que hasta la simple elección de una laca de uñas es una estresante duda metafísica. No la llevéis, acabará mal esa noche, os lo aseguro.
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