Un film cómico desde el principio al fin, que bebe de las fuentes clásicas del humor inglés como la saga "Wilt" de Tom Sharpe y el clásico P.G. Wodehouse en todo lo que se refiere al formalismo y el orden establecido por la sociedad británica. Una serie de enredos se suceden unos tras otro, provocando una risa hilarante escena tras escena. Comienzo genial con la equivocación del fiambre por parte de la funeraria, un estudiante de farmacia que se dedica a la fabricación artesanal de pastillas alucinógenas para su venta y que provoca situaciones gamberras por la pérdida continua del bote con una etiqueta equivocada de Valium y que se suministra por error a varios personajes con sus alucinaciones graciosas durante todo el film. Un chico enamorado de una chica que lo ignora continuamente recordándole que todo lo que pasó fue fruto de una noche loca de alcohol, un hombre bajito que aparece en el entierro y amenaza a los huérfanos con enseñar fotos comprometidas de la relación que habían mantenido en los últimos tiempos con el padre de ambos y el personaje siniestro aprovecha para extorsionar a la familia a cambio de no publicar las fotos, excusándose en que él también tiene que cobrar su parte de la herencia, las fotos que al final se caen del bolsillo de este personaje, una viuda que se tira a la yugular de éste porque había "sacado del armario" a su marido, dos huérfanos de padre que intentan silenciar al chantajista provocando una situación dramática, tremendamente bueno cuando planean eliminar este segundo fiambre y lo meten en el ataúd del padre colocándolos en una posición poco decorosa, el resucitamiento repentino del amante y su salida del ataúd en medio de la ceremonia fúnebre. Para rematar no podía falta una situación escatológica. Un cóctel explosivo de personajes que hacen que sea una cinta para "morirse de la risa".
Precio: 2 euros la entras + 2 euros la hamaca. Esterilla gratis.
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